Colgante de Cuarzo Natural con Árbol de la Vida

Piedras preciosas naturales:

Opción 1 - Calma y Evolución

Amatista - La piedra amatista aporta paz, estabilidad y tranquilidad al carácter. Tiene la capacidad de estimular la mente y mejorar la creatividad y las pasiones. Sirve para propiciar y aceptar el cambio, conectar con los planos superiores de consciencia y transmutar la energía.

Aventurina verde - La Aventurina es la piedra de los inicios, el liderazgo y los nuevos horizontes. Sirve para encontrar la iniciativa, empezar a recorrer nuevos caminos y guiar a otros desde el amor y la autenticidad.

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Opción 2 - Metamorfosis

Aguamarina - El Aguamarina es la piedra de la luz, la tolerancia y la protección del aura. Sirve para aclarar el panorama cuando hay confusión, para proteger la luz interior, aportarnos coraje y para mejorar las relaciones con los que nos rodean.

Granate - Es la piedra de la regeneración, la fortaleza y la superación de adversidades. Sirve para descubrir el poder interior, ver las cosas en perspectiva y encontrar la solución indicada.

Peridoto - También conocida como olivina, es la piedra de la sanación, la liberación y la asertividad. Sirve para aliviar las emociones negativas, avanzar en el proceso personal y tener la confianza para fijar límites sanos en nuestro entorno.

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Opción 3 - Holístico

Jaspe Rojo - Aterriza la energía y rectifica situaciones injustas. Lleva los problemas a la luz antes de que se hagan demasiado grandes. Es una piedra de salud, que robustece y desintoxica el sistema circulatorio.

Calcita Naranja - Es una piedra altamente energetizante y limpiadora. Equilibra las emociones, disipa el miedo y ayuda a superar la depresión. También ayuda con problemas sexuales.

Turquesa - Piedra de purificación, empatía y equilibrio. Infunde calma interior, fortalece psicológicamente y permite que el alma vuelva a expresarse.

Cuarzo Blanco - Conocido como el "Maestro Sanador", en Cuarzo Blanco es una piedra curativa muy poderosa. Sirve para proteger y canalizar las energías, conectarse con el yo interior y ver claramente las verdades de la vida.